Diario distorsionador de la fea realidad

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martes, 18 de diciembre de 2012

Desde mi TDT: La serie de Carrero

Harto de ver la serie de capítulos repetidos de "el Mentalista",( Alguien debería decirle a los de la sexta que repetir hasta la náusea una serie buena la convierte en aborrecible), cambio de canal y me encuentro en la TVE a Carrero Blanco yendo a misa.

Es la miniserie, que ya echaron hace un tiempo, que hicieron al alimón los de TVE con los de la ETB. Nos cuentan, ya que pasado mañana es el 39º aniversario del petardazo, una historia algo latosa y pretenciosa que Gillo Pontecorvo explicara con menos parafernalias y más efecto en la película "operación ogro" de 1979.

Si en la de Pontecorvo, que no echarán jamás, y menos en la TVE, van al grano y se centran en la operación terrorista, los de la serie de la TVE, siguen el guión marcado por el color del gobierno. Se centran en las FSE, ¿Por qué no? y nos cuentan, así, al final, casi de manera solapada que seguramente fue la CIA la que ultimó el ogricidio. Porque ¿Qué es eso de humanizar a los de ETA? Por lo menos, que sean chapuceros.

Este mata, sí, pero de aburrimiento.

Personalmente me la pendula el autor real del atentado. Los guionistas afirman, al ritmo de los violines románticos, que ellos hicieron un exhaustivo trabajo de investigación. Puede, pero dudo mucho que se hayan leído el libro de Eva Forest, en la España de UCD  con el seudónimo de Julen Agirre, por ejemplo. Ya es curioso que nos den los nombres camuflados de los etarras. ¿Será porque nadie sabe gran cosa?

La serie está para pasar el rato. Al acabar nos echan un documental sobre la vida y milagros del entrecejo más poblado de Santoña. Los petas me dan sueño y apago la tele.

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Raulito PetaZetas

martes, 4 de diciembre de 2012

España corrupta

España, el país de la paella, el sol, los toros  y las juergas alcoholizadas hasta las diez de la mañana. El imperio del ladrillo y la recalificación canalla, el pelotazo, y los acuerdos de negocios en los puticlubs de carretera, sin el nivel depravado de los hombres  de negocios japoneses. El del arrimarse al amiguete con poder, el del enchufe, el de mi tío el concejal, o mis negocios con el yerno balonmanista del rey. Con esos políticos de rancia familia afecta al régimen con una esposa subsecretaria de Estado, un hermano favorecido por los vientos en una empresa sanitaria y una querida que blanquea en Suiza casi sin frotar.

¡Cuidado con la cartera!

Esto es España. ¿Se puede hacer peor? No se libra ni uno. Desde los altos cargos hasta el concejal más ultramontano. Todos pringados sean del partido que sean. ¿Y esos empresarios que lagrimean como los cocodrilos pidiendo EREs y favores, mientras guardan en el colchón millones de euros defraudados o venden mansiones en Ibiza a magnates de la mafia rusa? ¿Y esos magistrados de tribunales más que supremos, estratosféricos, que cargan a la administración del estado mariscadas inacabables y suites imperiales en hoteles, no de cinco estrellas, sino de galaxias completas?

Esto es España, sí señor, y que paguen los ochocientoseuristas, mientras salen a la calle a que las fuerzas de orden público les zumben creyendo que ellos no van a sufrir las consecuencias del pago de tanta sinvergonzonería.

Una diatriba de:

Lorenzo de Rabia, decidiendo si echarse al monte o al desierto.